Francia se resiste al plan de la UE que prohíbe las ventas de vehículos de combustión interna para dicho año. 2035 es muy pronto para el gobierno francés.
El país se sigue resistiendo a que la Unión Europea elimine gradualmente las ventas de automóviles con motor de combustión para 2035. Francia aboga por un objetivo más indulgente para el final de la década y una correa más larga para los modelos híbridos enchufables.
El gobierno francés respalda el objetivo de reducir las emisiones de los automóviles en un 55% para 2030. También de que los híbridos permanezcan en el mercado por más tiempo. Esto es lo que dijo hace unos días un funcionario de la oficina del presidente Emmanuel Macron. Bloomberg News informó antes de esto que la Comisión Europea planeaba exigir que las emisiones caigan un 65% a partir de 2030 y que caigan hasta el 0 a partir de 2035.
El funcionario, que pidió no ser identificado, comentó esto después de que Macron se reuniera con altos ejecutivos de compañías automotrices como Stellantis NV y Renault, así como con representantes laborales para discutir la transición a vehículos eléctricos. El país también considerará un nuevo apoyo a la industria para ayudarlo a adoptar la nueva tecnología.
2035 es muy pronto para el gobierno francés
La posición francesa podría indicar que se está gestando una batalla dentro de la UE sobre nuevos objetivos climáticos y cómo afectarán a la industria automotriz. La prohibición efectiva de los motores de combustión para 2035 es parte de un ambicioso plan para alinear la economía de la región con los cambios climáticos más agresivos. También significaría una eliminación más rápida de los híbridos de lo que esperaban algunos ejecutivos y funcionarios laborales.
«Sabemos que no habrá más remedio que cambiar a coches eléctricos«. Esto dijo Jean-Marie Robert, un representante del sindicato CFDT, que asistió a la reunión. «Lo importante es que nos preparemos con antelación».
Los nuevos objetivos de emisiones de la UE serían significativamente más estrictos que los objetivos existentes para toda la flota que requieren una reducción de emisiones del 37,5% para 2030. La industria automotriz se ha estado preparando para reglas más estrictas. Sin embargo, la reunión con Macron fue parte de un esfuerzo para obtener apoyo para un proceso más lento.
Sostenibilidad ambiental sí, pero también laboral
La Plateforme Automobile, el principal grupo de presión de Francia para la industria, estima que se necesitarán 17.500 millones de euros en inversión en el país a mediados de década para desarrollar baterías, estaciones de carga, hidrógeno y servicios relacionados.
La eliminación progresiva de los motores de combustión podría provocar la pérdida de aproximadamente 100.000 puestos de trabajo en el sector del automóvil francés hasta 2035. También el cierre de las plantas de fabricación, según la PFA. La industria emplea directamente a unas 190.000 personas en la actualidad.
La producción de vehículos eléctricos y de pila de combustible requiere menos mano de obra en comparación con los híbridos y los diésel. Francia va a la zaga de países como Alemania, Japón y EE.UU. en términos de número de robots usados en la industria. Los trabajadores franceses, además, son más caros que el personal en los países del este y sur de Europa.
