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¿Por qué trabajar 5 días si con 4 basta?

¿Por qué trabajar 5 días si con 4 basta?

Durante este último año de confinamiento, a pesar de todo lo que ha sucedido, hemos tenido una constante: hay que sacar el trabajo adelante. Todo este ambiente de explorar nuevas formas de completar nuestro trabajo desde casa ha abierto dos debates principales alrededor de cómo, dónde y cuándo lo realizamos. El primero, que es el teletrabajo, ya lo hemos cubierto en dos ocasiones: Los empleados exigen seguir trabajando en remoto y ¿Volver a la oficina? Para muchos, sí. El segundo al que nos referimos es el que ha surgido alrededor de reducir la semana laboral de 5 a 4 días.

Una propuesta que, aunque lleva muchos años sobre la mesa y se ha probado varias veces, siempre se ha acabado descartando instaurar. Para muchos, presenta demasiadas complicaciones frente a las ventajas que puede suponer para los trabajadores y sus resultados. Para otros, es una manera fantástica de maximizar la productividad laboral de los empleados y ahorrar en muchos gastos asociados a la oficina (argumentos muy similares a aquellos del teletrabajo). Escuchando los vientos de cambio, cada vez más empresas están estudiando imponerlo de manera opcional u obligatoria, y que ventajas o desventajas debe ofrecer a sus empleados en ambos modelos para que tomen la decisión.

Ejemplos a observar

Uno de los ejemplos que más tracción ganó en su momento fue el que hizo Microsoft en Japón durante 2019. El gigante norteamericano declaró durante un mes, a modo de prueba, la jornada de 4 días laborables y 3 de descanso en el país nipón. Japón siempre ha sido un país complicado para vivir y trabajar (de ahí palabras como karoshi: «muerte por trabajo»), así que la medida fue acogida positivamente. ¿Los resultados? La productividad durante ese mismo mes ascendió un 40%, y la empresa ahorró cifras muy significativas. A pesar de este experimento, muchos japoneses se siguen resistiendo a tener este formato. Viven en una sociedad adicta al trabajo, donde sus ciudadanos afirman no saber que hacer con tanto tiempo libre y evitan tener tiempo vacío.

Oficinas de Microsoft en Tokyo

Este mes hemos tenido un ejemplo más cercano, en Islandia. Durante el mes de junio, un 86% de los trabajadores estaban con una reducción a cuatro días laborales, o en proceso. La estadística se extrae de un estudio realizado en 2500 empleados con contratos firmados en los últimos tres años. Los mismos resultados: una mayor productividad, menos estrés y más socialización. Se detectaron algunos problemas, pero muchos admiten que se disiparon una vez comenzaron las demás ventajas. Por ello, los expertos lo han considerado un auténtico éxito que demuestra la importancia de darle a los trabajadores más tiempo para disfrutar y ocuparse de su vida fuera de la oficina.

En los dos casos que hemos comentado los salarios de los trabajadores no se vieron reducidos en ningún momento. Una promesa que algunos empresarios no parecen dispuestos a aceptar, ya que consideran que los resultados siguen sin convencerles. A su vez, los trabajadores se hacen esta pregunta: ¿Estaría dispuesto a recibir menos prestaciones a cambio de menos días de trabajo?. El concepto de «salario emocional» ha cogido mucha fuerza y una menor jornada laboral, con menos remuneración o no, es un cambio muy importante.

¿Por qué debería (o no) trabajar menos tiempo?

La jornada laboral tradicional la tenemos muy presente en nuestra psique, nos demos cuenta o no. Nuestros abuelos y nuestros padres trabajaron así, y nosotros mismos no conoceremos demasiada gente que trabaje fuera de esos patrones que consideramos «habituales». Seguramente, a muchos nos es difícil imaginarnos trabajando menos de cinco días a la semana (aunque siempre pensemos que nos gustaría que no fuera así).

Si hasta que Henry Ford no planteó en sus fábricas el fin de semana (sábado y domingo) como días libres, allá por los años 20 del siglo pasado no ha cambiado demasiado el escenario, quizá sea más difícil de lo que parezca. El magnate automovilístico demostró que dos días eran suficientes para mantener a tus empleados lo suficientemente descansados para ser productivos los 5 días restantes, y creó la dinámica que todos conocemos actualmente. Muchos sostienen que lo tenemos tan interiorizado que seguramente a más de uno le costaría producir el mismo ritmo de trabajo en cuatro días, ya que aumenta la intensidad y eso puede conducir a mucha frustración y cansancio mucho más rápido.

Sin embargo, hoy en día todos tenemos muchas más preocupaciones en nuestra cabeza y nos involucramos en más actividades que consideramos vitales para nuestra felicidad. Mientras nos mantengamos productivos y cumplamos con el trabajo, a nuestros jefes no les importará cuánto tiempo nos tengan en la oficina. Algunas preguntas que te hacemos son: ¿Realmente eres capaz de cumplir el trabajo que antes hacías en 5 días en 4? ¿Estás dispuesto a aceptar menos salario si no es así? ¿Tener más tiempo libre repercutirá positivamente en mi vida?

¿Qué podemos esperar de nuestros jefes y empresas?

Muchos sectores laborales afirman que estos experimentos no son realistas, y vienen promovidos por empresas dispuestas al cambio y los trabajadores son conscientes de la presión. Robert Skidelsky, historiador económico, afirmó en un informe que este escenario «no es realista o deseable» debido a los vacíos legales. Boys, un economista del mercado laboral, siguió en la misma línea, explicando que las pruebas son escasas para un mercado tan diferenciado y que las fuerzas económicas no van a dar su brazo a torcer para que cambie el plan de trabajo.

Hoy por hoy y en los próximos años, lo más probable es que la inmensa mayoría de nosotros sigamos trabajando como siempre lo hemos hecho. Queda mucho camino por recorrer para que muchos ejecutivos, directivos e incluso empresas enteras estudien de manera sincera cambiar todo el paradigma de producción al que están acostumbrado para cumplir sus objetivos. Por fortuna, para nosotros los trabajadores se nos abre un abanico totalmente nuevo de oportunidades con empresas que empiezan a ofrecer la jornada laboral reducida. Nuestro consejo: Estudia tus capacidades, busca empleos que ofrezcan el formato que sea mejor y disfruta de todas las ventajas que te puede suponer.

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