A principios de agosto, Google oficializó su «amenaza» a los trabajadores: aquellos que decidieran quedarse en casa, correrían el riesgo de ver su sueldo reducido. Con este escenario en mente, la empresa californiana diseñó una calculadora que les muestra a los interesados cómo cambia su sueldo en tiempo real usando muchas variables, según Reuters.

Y es que el trabajar desde casa no parece ser la única variable que comienzan a tener en cuenta los gigantes del sector. Algunos empleados de la empresa afirman que su sueldo se vería reducido hasta un 25% si abandonaban su residencia en la zona cercana a Silicon Valley. ¿El problema? Esta tendencia de cambiar las condiciones de trabajo simplemente por cambiar tu espacio de trabajo está empezando a aflorar en todas las empresas.

Google no es la primera, ni será la última

Google ha afirmado a través de sus representantes que sus salarios siempre han tomado de base los salarios medios de la zona donde opera el trabajador. Por tanto, si un empleado viajaba desde un estado hasta una oficina en otro estado limítrofe (los conocidos como «conmuters»), cobraba su salario en base a la localización de la oficina. Si ese mismo empleado decide quedarse en su ciudad en otro estado, su salario se ajustará al nivel salarial de la misma (en el artículo de Reuters podéis encontrar varios ejemplos).

Facebook y Twitter parecen haber acogido este modelo para sus empleados viviendo en zonas más asequibles, y en nuestro artículo ¿Volver a la oficina? Para muchos, sí ya comentamos la estrategia de Apple y la respuesta que había tenido por parte de sus trabajadores. James Gorman, de Morgan Stanley, al que también citamos en el mismo artículo, comentó durante un evento de la empresa que se deberían reducir los sueldos de los empleados si sus gastos mensuales bajaban, y declaró que todo el personal accederá a sus salarios completos una vez vuelvan a la sede central de Times Square.

Otras empresas, como Reddit, están optando por una estrategia diferente con los «salarios independientes de la ubicación» (el salario se decide en base al puesto exclusivamente), alegando que tiene numerosas ventajas en «la contratación y retención». Esto ha creado lo que los expertos llaman «una auténtica batalla por los trabajadores», donde dentro de poco podremos observar como cada contratante buscará su manera personal de atraer a diferentes candidatos. ¿Una posible personalización completa de cada oferta de trabajo? No es imposible en este momento.

Algunos empleados aceptan, pero no todos

Ante todas estas acusaciones, Google emplea como defensa que los diez mil solicitantes en la empresa hasta el momento son conscientes de la reducción salarial. Afirman que todos tuvieron acceso a la documentación donde se estipulaba dicha bajada en el momento de la solicitud.

Los críticos apuntan que el hecho de que hayan aceptado las condiciones no quiere decir que estén de acuerdo, sino que no tengan otra opción. A través de redes sociales, las encuestas realizadas arrojan unos resultados claros: la gente buscará nuevos trabajos antes que aceptar una bajada salarial. El consenso en foros (de los que beben empresas como Reddit) es que el salario debería estar basado en las aptitudes y responsabilidades del trabajador. Si un trabajador consigue mantener su nivel de trabajo, ¿Por qué importa si lo hace desde casa o la oficina?

¿Podría llegar a considerarse discriminación? Erin Zandorian, CEO y editor en el Ministry of Hemp, afirma que «algunos trabajadores remotos pertenecen a grupos muy poco representados, como madres trabajadoras o personas con discapacidad». Mientras tanto, la auténtica clave, según los abogados, reside en los propios cargos: si dos empleados tienen el mismo puesto y hacen el mismo trabajo, pero uno recibe menos salario por trabajar desde casa (o cualquier otro motivo), tendrá un caso sólido para demandar la desigualdad salarial.

¿Riesgo de descender puestos en la empresa?

Recordemos el artículo de Cathy Merrill (de nuevo, en nuestro artículo enlazado arriba). En él, se sugería que el teletrabajo afectaba gravemente al trabajo de oficina y, por tanto, se podía bajar el sueldo a los trabajadores remotos. Si exploramos el artículo, la directora ejecutiva va más allá, sugiriendo que a los empleados desde casa se les contrate como «autónomos por horas». No solo eso, sino que además «veía un claro incentivo para que los managers puedan complicar ascensos y degradar puestos» si deciden no volver.

Lo cierto es que esa terminología ya existe. Eden Cheng, de PeopleFinderFree, lo llama «proximity bias» (parcialidad por cercanía). Esto sucede cuando aquellos trabajadores cercanos físicamente a sus jefes se perciben como más eficaces y, por consiguiente, tienen más éxito en la empresa:

• Reciben encargos más novedosos e interesantes, que ayudan a progresar en la empresa
• Obtienen más ventajas en la propia oficina
• Se les mantiene al día con más frecuencia sobre los proyectos, conversaciones y reuniones de interés

Volviendo al artículo, este comentario de Merrill fue algo insólito para muchos. Una CEO sugiriendo abiertamente que aquellos empleados que trabajen desde casa tengan más difícil el acceso a mejores puestos y, por consiguiente, mejores condiciones. No es de extrañar que sus empleados declararan una huelga completa tras la publicación.

Pero, ¿De verdad es un comentario tan chocante? Viendo las reacciones de otros homólogos en grandes empresas, puede que se empiece a apreciar el pensamiento detrás de todos estos directivos. Los ejecutivos quieren que los empleados vuelvan porque hace su trabajo más sencillo, y buscan convencer de que la oficina es la mejor alternativa.

Es difícil decir si estos planteamientos llegarán muy lejos. Los empleados van a luchar todo lo posible por evitar perder ventajas injustificadas y los altos cargos están dispuestos a todo para convencerlos de retornar. Como adelantamos en nuestra web en más de una ocasión, queda mucho camino por recorrer.