Las empresas vuelven a hacer negocio y conferencias en persona antes de lo que muchos esperaban o se imaginaban. El cansancio de realizar negocios de manera digital, a través de llamadas y mensajes, ha acelerado un retorno que muchos rezaban para que fuese más temprano que tarde. Las aerolíneas, empresas y particulares ven más que un efecto rebote y que se aproxima la estabilización que tanto ansían.
El sector de los viajes está en un momento muy complicado: los clientes quieren viajar, pero también lo quieren hacer con el nivel de seguridad sanitario necesario para evitar los contagios y manteniendo un nivel de precio similar al año 2019. Tampoco es que los gobernantes internacionales se lo pongan fácil con sus cambios constantes en las limitaciones de viaje y exigencias de control de pasajeros ante los nuevos escenarios pandémicos. Por ello, es muy buena señal que se esté recuperando el sector, incluyendo las ferias y eventos, para crear escenarios más favorables económicamente.
La importancia de los viajes de negocio
Hace unos dos meses, en nuestro artículo El futuro de los viajes de negocio: hacia una recuperación sostenible hablamos de cómo se espera un retorno a los niveles de vuelo pre-pandemia hasta 2025 pero ¿por qué es tan importante este dato? ¿por qué nos fijamos tanto en él? Porque lo necesitamos. Volver a esos niveles es clave para recuperar el mercado aéreo al que estamos acostumbrados, tanto de negocio como de ocio.
Ambas partes se benefician la una de la otra. Si miramos lo que generan los viajeros comerciales, según American Express en 2019, suelen gastar un 63% más en sus billetes (incluso en los de clase turista). También son más flexibles para cambiar sus billetes si es necesario, y suelen comprar y reservar con menos tiempo, gastando más. Son tan importantes los viajeros de negocio, que son capaces de mantener rutas aéreas abiertas para los demás. Con estas razones en mente, podemos entender por qué es tan importante recuperar los viajes de negocio si queremos comprar billetes turísticos a los precios que estamos acostumbrados.
Las restricciones cambian con el destino
Este lunes, Canadá abrió sus fronteras a los estadounidenses para cualquier tipo de viaje. Por supuesto, habiendo recibido las dos dosis de cualquier vacuna y con una PCR negativa. Estos requisitos son la fórmula estándar de todos los países ante los turistas, aunque a algunos comienza a bastarles con la prueba negativa. También se está empezando a eliminar la obligación de mantener una cuarentena de 10-14 días cuando se vuelve de un viaje, que era un serio obstáculo para algunos, aunque muchos países ya han anunciado que la condición volverá en otoño con la estabilización de la demanda de viajes.
El pasaporte COVID está en boca de todos, y ya se ha vuelto un elemento clave para viajar. Las solicitudes de dicho documento se multiplicaron en todo el mundo antes siquiera de que comenzaran las vacaciones oficialmente. Y es que el certificado será necesario no sólo para viajar, sino para también salir incluso en nuestra propia ciudad si todo sigue por el cauce que lleva. El miedo desde las aerolíneas es que estos gastos previos siquiera a plantearse reservar un viaje asusten a los clientes, y por ello se lanzan varios planes para abaratar los vuelos. El que más nos interesa, obviamente, es el más extendido, que pasa por una mayor disponibilidad de viajes de corte económico.
¿Qué les espera a los viajes de negocio?
Ahora mismo, con los datos de JPMorgan en mano, los viajes corporativos operan al 30-35% de los niveles de 2019. Existe una «prisa» dentro de los planes de todas las empresas debido a la rápida aceleración de la economía, especialmente en EEUU. Mezclado con el cansancio de los empleados comerciales de las reuniones y los contactos en digital, el ritmo de recuperación de las reservas sube a una tasa del 10% cada semana, con un aumento progresivo conjunto a la vacunación y la apertura de las oficinas.
Los expertos intentan bautizar este auge como el «renacimiento» de los viajes de negocio, ante la clara postura de las empresas de no esperar a sus gobiernos a marcar unas guías para volver a hacer negocios y conferencias físicas a nivel nacional e internacional. Queda por ver si el mercado mantendrá este ritmo de crecimiento una vez las facilidades gubernamentales comiencen a desaparecer, por que está claro que la demanda solo va a ir a más cuando los trabajadores redescubran todo lo que echaban de menos de los planes físicos de negocio.
