Aston Martin está en una situación difícil desde 2018. Tras hacerse la venta pública de sus acciones, no ha hecho más que acumular deuda y problemas de jerarquía. 30 años después, la revisión del ideal tras el lanzamiento de un coche «histórico» puede salvar a una de las marcas más legendarias de la automoción. El proveedor de supercoches británico ha anunciado recientemente que han cuadruplicado sus ingresos en los primeros seis meses de 2021 gracias, en gran parte, al lanzamiento del DBX, su nuevo modelo SUV. A pesar de eso, sus acciones en bolsa parecen estar experimentando una burbuja. ¿Serán el DBX y los demás proyectos suficientes para salvar a Aston Martin de una eventual compra tras cuatro años de independencia?

El legado del Lagonda

Para empezar, debemos remontarnos a una de las crisis más importantes dentro de Aston Martin alrededor de los años 70. La marca, iniciada en 1913, nunca fue ajena a los problemas económicos, pero en aquel momento la empresa parecía abocada a una desaparición completa. Para recuperar el ritmo de ventas, decidió lanzar un nuevo coche para atraer tanto inversores como compradores. Con la idea de romper tradiciones dentro del fabricante, lanzó un nuevo modelo con cuatro puertas: el Lagonda. De este modelo, se construyeron solo 645 coches debido a la increíble complejidad de su cuadro eléctrico, que cuadruplicaba el presupuesto del resto del montaje.

Su presentación obtuvo los resultados esperados y atrajo a cientos de inversores y compradores, no sin antes tener sus críticas. Bloomberg lo consideró «uno de los coches más feos de los últimos 50 años» y la revista Time lo llevó aún más lejos, declarando que era «uno de los peores coches de la historia» y una «catástrofe». Hoy en día, el éxito y el fracaso detrás de esta primera aventura se enlazan en el nombre completo de la manufactura: Aston Martin Lagonda. A su vez, también es el distintivo empleado por la división de lujo que se encarga equipar los pedidos más exclusivos del fabricante.

Llega el DBX, siguen los problemas

La empresa, como en 1970, atraviesa un parón económico desde antes de la pandemia, a pesar de la inyección de dinero del magnate Lawrence Stroll y su posterior lanzamiento a la F1. De hecho, es el propio inversor canadiense el que pretende llevar la empresa a un nivel jamás visto: ha prometido una cifra de 10.000 vehículos vendidos hasta 2025, mucho más ambicioso que los planes del anterior gestor.

De momento, el DBX parece haber ayudado a cumplir estos objetivos y a salvar su economía. Como hemos dicho al principio, el DBX ha cuadruplicado los ingresos del último cuarto hasta los 324 millones de euros, superando las expectativas de los analistas. Y es que el modelo ha conseguido ocupar el 50% de las entregas de Aston Martin y aumentar el gasto medio de compra en el fabricante un 24% hasta los 175.000 euros.

A pesar de todo, los accionistas en el mercado bursátil tienen mucho temor a seguir con su inversión en Aston Martin. ¿Por qué? Una posible burbuja en el valor de la empresa. Las acciones subieron cerca de un 72% tras la compra por parte de Stroll (un escenario que ya estaba previsto durante los rumores), a pesar de los pobres resultados que seguían llegando. Incluso con el aumento de ventas proyectadas, la manufactura depende mucho del valor de marca en la F1 y unos lanzamientos muy exitosos de los próximos modelos para evitar tener el mismo destino que otra marca icónica del país como es Lotus, actualmente en manos de un fondo chino de inversión.

¿Qué diferencia al DBX de sus competidores?

¿Por qué consideramos al DBX una revisión del Lagonda? De nuevo, se trata de un terreno totalmente nuevo para la empresa, que se adentra en el lucrativo mundo de los SUVs. El nuevo modelo de Aston Martin no es, desde luego, el primero que vemos en el mercado, ni siquiera dentro de los fabricantes de lujo. Su exterior está muy influenciado por dos de los coches más populares de la casa: el DB11 y el Vantage, y el interior sigue el mismo diseño de todos sus compañeros de categoría, incluyendo una pantalla central, un cuadro de mandos digital y un recubrimiento interior muy exclusivo a pesar del rango de precio de estos modelos.

Sin embargo, conociendo el verdadero atractivo de los SUVs (el espacio interior), han optado por ampliar éste y seguir la misma ruta con el maletero hasta los 632 L de capacidad. Como referencia, el Bentayga de Bentley cuenta con unos 480 L de espacio base. ¿Puede ser un factor tan diferenciador el espacio de maletero? Por supuesto. El espacio disponible, tanto para los pasajeros como la carga, es una de las grandes claves detrás del auge en el mercado de este estos modelos.

¿Cuánto cuesta? El vehículo está listado en unos 220.000 euros de base en concesionario, pero Aston Martin ha anunciado que sus planes de renting y pago fraccionado se lanzarán, si todo sale bien, antes de que acabe este año para facilitar un poco más su acceso tras la crisis pandémica.

¿Qué le espera a Aston Martin en el futuro?

Es muy difícil prever que ocurrencias tendrá la marca británica en el futuro. En declaraciones a la prensa, el CEO afirmó hace dos años que quería alcanzar una cuota de mercado similar a otros SUVs legendarios como el Cayenne. Según sus estudios, «el 70% de nuestros clientes cuentan con un SUV de otra marca. ¿Y si les convencemos de que el nuestro merece la pena?» Alcanzar al Cayenne o Range Rover es un reto bastante difícil, especialmente teniendo en cuenta los años de ventaja de ambos modelos, pero no imposible con la expansión actual del mercado.

Si hablamos del DBX, Aston Martin ya ha comunicado que espera lanzar las variantes híbridas y eléctricas en poco tiempo. Siguiendo con la ruta de la movilidad eléctrica, algunos de los supercoches dentro de la marca ya se empiezan a visualizar como modelos eléctricos para 2025 (o eso prometen). Todo sigue el plan dentro de la ejecutiva de tener todos sus vehículos urbanos electrificados para 2030. Más allá, esperan que para entonces sólo el 5% de su catálogo (los diseñados para circuito) sean exclusivamente de combustión, con el 95% restante con conducción híbrida, como mínimo.

Hay que destacar que esto no quiere decir que Aston Martin vaya a abandonar el mercado de los supercoches de combustión al instante. Este año lanzarán el próximo gran coche exclusivo «ecológico»: el híbrido Valhalla (1 millón de euros), en conjunto al nuevo Valkyrie hiperdeportivo (el primero de la marca) con un precio alrededor de los 2,5 millones de euros.

Los fans de la conducción deportiva pueden respirar tranquilos: quedan muchos modelos deportivos (e hiperdeportivos) por ver y disfrutar antes de que desaparezcan del mapa.