El reloj de pulsera es, y siempre será, uno de los complementos definitivos para cualquier conjunto. Un signo de elegancia, estatus y saber vestir. Fue en el siglo XX donde se popularizó el uso de un reloj en la muñeca ya que los relojes de bolsillo comenzaron a ser muy caros e incómodos para mirar la hora. Al final del siglo, gracias a la introducción de nuevos diseños y técnicas como el mecanismo digital, los relojes de pulsera se convirtieron en el modelo estándar de reloj desde los hogares hasta los lugares de trabajo. Aunque su importancia en esta última década ha decaído, un buen reloj de pulsera sigue siendo un elemento clave para destacar y muestra una exclusividad que otros objetos como un teléfono móvil no pueden conseguir.

¿Por qué llevar un reloj de pulsera?

En una época como la nuestra, marcada por la comodidad, es una pregunta muy importante. Tenemos relojes a nuestro alrededor constantemente: el coche, el teléfono, la televisión, nuestro ordenador,… ¿Cuándo fue la última vez que miraste tu muñeca antes que tu móvil cuando te preguntaron la hora? Hemos perdido la costumbre de usarlo, pero eso no quiere decir que el reloj de pulsera sea inútil.

Si llevas un reloj sólo para saber la hora, no lo estás aprovechando al máximo. Un reloj es un símbolo, una extensión de tu personalidad, tus gustos e incluso tu conocimiento de la moda. Un reloj de calidad nos aporta seguridad incluso cuando somos la única persona que se ha fijado, y una vez alguien nos muestra interés en el mismo (hasta sin mediar palabra) nos da confianza en nuestra elección. Y lo más importante, un reloj de pulsera, en conjunción al resto de tu apariencia, muestra a los demás una preocupación por tu imagen, que siempre es grato. Bueno, y como decíamos al principio, también te ayuda a no llegar tarde a tus compromisos.

Las marcas que comandan tu muñeca

Antes de que os sorprenda, tenemos que decirlo: la inmensa mayoría de fabricantes legendarios de la relojería provienen de Suiza. Aparte del hecho de que sus relojes son de una calidad inalcanzable para muchos, el modelo «Swiss Made» (los relojes deben siempre ser ensamblados en el país helvético) que encarna todos y cada uno de estos relojes aporta un sentido de artesanía y autenticidad que los han colocado en la cima del mundo. Por suerte, también existen grandes fabricantes fuera de los límites de los Alpes Suizos.

Rolex

Posiblemente, la marca más legendaria entre todas las marcas célebres de la relojería suiza. Es imposible no conocer el nombre Rolex incluso si nunca te han gustado los relojes: ha aparecido en películas, música y es uno de los mayores patrocinadores de algunos de los mayores torneos de tenis del planeta, como Roland Garros. Bajo el eslogan de «Una corona para cada triunfo», cada Rolex es un testimonio de exclusividad hasta en su número de serie. Desde el Oyster, el primer reloj de muñeca sumergible, hasta el Daytona, llamado así por el célebre circuito norteamericano, Rolex tendrá un reloj que te hará plantearte por qué no tienes uno todavía.

Richard Mille

Una de las marcas más innovadoras del planeta. Inspirada mayormente en el mundo de las carreras y el estudio de la resistencia al choque, siempre ha basado sus diseños en materiales livianos, precisos y capaces de resistir grandes impactos. De hecho, uno de sus modelos, el RM 002, usó por primera vez el ARCAP resistente a la corrosión y los grandes campos magnéticos. Deportivamente, ha patrocinado a grandes figuras como Nadal, Alonso o Drogba. ¡Hasta Jackie Chan o Pharrell han llevado uno! Si te gustan los relojes con un diseño menos tradicional, éste puede ser tu relojero.

Omega

Aunque este relojero suizo tiene cerca de 180 años de historia, su salto en popularidad sucedió con el viaje a la Luna del Apollo 11. Y es que el Omega Speedmaster tiene el récord de ser el primer reloj en llegar a la Luna tras ser el único en superar las pruebas de resistencia. A día de hoy, la NASA sigue confiando en ellos para sus misiones, incluidas las Actividades Extravehiculares («paseos por el espacio»). Además, Omega es el cronometrador oficial de los Juegos Olímpicos y el relojero oficial de James Bond en todas sus películas gracias al Seamaster. Puede que no tenga tantas colecciones como otros relojeros, pero eso hace de cada línea una serie exclusiva.

Bulgari

Este diseñador de lujo italiano no se dedica exclusivamente a los relojes, y puede que por eso sus relojes sean tan especiales. Tener tan cerca el mundo de la moda les ha permitido explorar los diseños más rompedores (el Serpenti es el mejor ejemplo de ello). Aunque sus relojes más extravagantes están pensados para la muñeca femenina, los modelos masculinos destacan por una esfera sencilla, una caja brillante y correas de piel. En el caso de las celebridades que emplean Bulgari, pertenecer a un mundo como la moda les permite patrocinar desde atletas hasta actores pasando, por supuesto, por modelos y diseñadores de élite.

Seiko

Incluimos en esta lista a Seiko por que tiene el curioso honor de competir contra las grandes marcas suizas y arrebatarles mercado durante los 70. Donde los relojes suizos empezaban a ser caros, el fabricante japonés lanzaba relojes sencillos, funcionales y con una relación calidad-precio más perceptible. Para competir en todos los frentes, lanzó su propia línea de lujo que sigue operando a día de hoy con el nombre de Grand Seiko. Si buscas un reloj asequible y con una gran historia detrás, puede que un Grand Seiko sea un buen sitio para empezar.

La importancia de la publicidad

Somos conscientes de que existen muchas más relojerías de lujo, y puede que hablemos de ellas en una segunda parte. Para medir el éxito de estas marcas, se suele medir el impacto que tienen en los medios de comunicación, aunque cabe destacar la importancia que tienen los embajadores y patrocinadores famosos: algunos son capaces de convertir un reloj en un superventas con una simple foto posando con él. Richard Mille, por ejemplo, apenas aparece en spots publicitarios, pero gracias a su patrocinio con grandes atletas se ha convertido en una de las marcas más importantes del mundo. Los relojes son un gran complemento y elemento diferenciador del resto, así que ¿por qué no tener un poco de interés en ellos?