El torneo de baloncesto universitario masculino comenzó hace unos días. Con él, vienen más estadísticas asombrosas sobre el aumento de las apuestas deportivas en EE.UU. y las preocupaciones sobre la adicción entre los estudiantes universitarios. La problemática de las webs de apuestas y el deporte universitario.
Empecemos con las estadísticas. Se espera que 45 millones de estadounidenses apuesten en el torneo de baloncesto de la NCAA de este año. Esto es según la American Gaming Association (AGA). Si esto os parece mucho, que lo es, equivale al 17% de la población adulta de EE.UU. Se basa en la cantidad de estadounidenses que apostaron en la Super Bowl de este año (31 millones).
Dado que tenemos formas más dinámicas de apostar en nuestros smartphones, el humilde soporte de la oficina está perdiendo popularidad. Esto es una gran decepción para ese único compañero de trabajo que vive absolutamente para administrarlo todos los años. Los estadounidenses esperan colocar el 76% de sus apuestas en el March Madness, frente al 55% del año pasado, frente a la AGA.
La problemática de las webs de apuestas y el deporte universitario
Ahora, las preocupaciones. Las aplicaciones de apuestas deportivas están tratando de convertirse en un pilar en los campus universitarios. Esto genera temores de que los estudiantes se centren más en en los resultados de las apuestas que en los de las notas.
Las aplicaciones han hecho sus avances. Al menos siete escuelas, incluidas la LSU, La Universidad de Maryland y la de Colorado, han firmado acuerdos publicitarios con compañías de apuestas deportivas. Esto es según las informaciones de Bloomberg. En LSU, el departamento de atletismo incluso ha enviado correos electrónicos a los estudiantes promoviendo las apuestas deportivas. Esto es algo bastante grave.
Las universidades habían rechazado anteriormente las asociaciones con casas de apuestas pero… las cosas han cambiado. La Corte Suprema de los EE.UU. permitió que los estados legalizasen las apuestas deportivas en 2018. En busca de nuevas fuentes de ingresos después de que la pandemia aplastase los presupuestos, algunos departamentos atléticos universitarios se asociaron con las casas de apuestas. Esto es algo similar a lo que ha ocurrido recientemente en el fútbol europeo donde parece que si no te patrocina una de estas casas de apuestas, no eres nadie.
En julio del año pasado, el director atlético de la Universidad de Pittsburgh instó al Congreso a prohibir las apuestas en los deportes universitarios. Entre otras cosas, se citaron los «impactos perjudiciales» en los atletas universitarios y el público. En algunos estados, como Nueva Hersey, todavía es ilegal apostar en juegos universitarios.
