La agricultura interior podría marcar el comienzo de un cambio dramático en la forma en que los humanos cultivan alimentos. Toman los procesos naturales e impredecibles de la agricultura tradicional y transformándolos en un proceso estricto. ¿Cuáles son los retos de la jardinería vertical, la nueva tendencia sostenible?
La industria, también conocida como agricultura de ambiente controlado (CEA) se disparará en los próximos cuatro años. En 2021, la industria global de la agricultura de interior se valoró en 79,3 mil millones. Tiene el potencial de aumentar a 155,6 mil millones para 2026.
¿Cuáles son los retos de la jardinería vertical, la nueva tendencia sostenible?
A pesar de su crecimiento, existen desafíos estructurales que la industria debe superar antes de que este tipo de agricultura pueda compararse con las granjas tradicionales. Los desafíos incluyen contratar una cantidad adecuada de expertos técnicos. También asegurar los fondos para construir almacenes e invernaderos masivos y pagar para instalar y operar la costosa lista de tecnología. Esto va desde hardware hasta software de automatización. También se incluyen sensores y decenas de miles de luces LED. Todo esto es necesario para monitorizar y mantener los cultivos.
Quizás el mayor desafío es el consumo energético. A diferencia del cultivo tradicional al aire libre, las granjas de interior dependen de la iluminación LED. Los costos de energía pueden ser altos, amenazando la rentabilidad. El uso de electricidad alimentada por combustibles fósiles puede socavar los beneficios ambientales potenciales de la agricultura de interior. Esto es especialmente cierto para las granjas verticales en particular.
La agricultura de interior depende de sistemas que consumen mucha energía, como lámparas LED, sistemas de aire acondicionado HVAC para hacer circular y controlar la temperatura, sistemas de filtración de agua para hacer circular y purificar el circuito, etc.
El consumo de energía, el verdadero problema
De acuerdo con el Informe del Censo Global CEA de 2021, las granjas pueden usar hasta un 90-95% menos de agua que las granjas tradicionales. Esto se consigue al enfatizar la conservación y la reutilización del agua. Alrededor de dos tercios (66%) de las granjas de interior encuestadas alcanzaron este umbral.
Sin embargo, también este informe encontró que las granjas verticales tienen un consumo de energía promedio significativamente mayor a 38,8 kWh por kg de producto en comparación con los invernaderos tradicionales. Estos tienen un promedio de 5,4 kWh por kg. Muchas de las granjas verticales más importantes ya están diciendo que están ajustando su energía para ser más sostenibles y eficientes.
Bowery Farming, con sede en Nueva York, dijo que cada una de sus operaciones de cultivo funciona con energía 100% renovable. Esto incluye la energía hidroeléctrica. Se espera que la nueva granja de Upward Farms, con sede en Brooklyn, que afirma que será la más grande del mundo en 2023, funcione con energía 100% renovable.
