¿Sabes ese traje que desprecias pero que a veces tienes que usar porque todas tus otras prendas están en la lavandería? Europa vuelve a mirar a las plantas de carbón ante la crisis energética.
Lo anteriormente descrito es es la situación energética en la que se encuentra Europa en este momento. Los países están reiniciando las centrales eléctricas de carbón porque, tal como van las cosas, no habrá suficiente gas natural disponible en invierno.
El primer país en dar el paso fue Alemania. Hace unos días dijo que reiniciaría las plantas a carbón como parte de un plan más amplio para preservar el gas natural. “Eso es amargo, pero es casi necesario en esta situación reducir el consumo de gas”. Esto lo dijo el ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, quien es miembro del partido ecologista Verde.
Europa vuelve a mirar a las plantas de carbón ante la crisis energética
La situación del gas natural en Europa ya era precaria debido a su dependencia de las exportaciones energéticas rusas. Sin embargo, la crisis profundizó este problema hace unos días cuando el gigante energético ruso Gazprom redujo los flujos en un gasoducto que va a Alemania. Rusia culpó a un problema técnico relacionado con las sanciones canadienses. No obstante, los países europeos dicen que es una guerra económica, simple y llanamente.

La crisis de la oferta nueva que se suma a la crisis de la oferta existente ha puesto a otros países europeos en alerta máxima. Italia, Austria y los Países Bajos también están interesados en el carbón para evitar que los precios de la energía se descontrolen (más).
Las centrales eléctricas de carbón vuelven a ponerse en marcha en todo el continente. A medida que pasa esto, los líderes de la UE instan a los países a garantizar que esto sea una aventura de una noche con los combustibles fósiles antes de establecerse con las energías renovables.
“Tenemos que asegurarnos de que usamos esta crisis para avanzar y no retroceder en los combustibles fósiles sucios”. Esto lo dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Se produce una dinámica similar en los EE. UU. Ahí, las preocupaciones sobre el aumento de los precios de la energía están superando las preocupaciones ambientales. Si hace dos años le hubiésemos dicho que el presidente Biden estaría castigando a las refinerías de petróleo por no producir más, nos habría mirado muy raro.