Los estimuladores cerebrales, una forma de implante cerebral, pueden ser un tratamiento que cambie la vida de quienes padecen trastornos neurológicos como la enfermedad de Parkinson. Carga tu implante cerebral con solo respirar.
Y ahora, los investigadores afirman en un estudio publicado el mes pasado en la revista Cells Report Physical Sciences que han desarrollado una forma de cargar los implantes únicamente a través de movimientos respiratorios, liberándolos potencialmente de la mecánica desordenada de cargar un objeto dentro de un cuerpo humano.
Esencialmente es un marcapasos cerebral. El dispositivo envía pulsos eléctricos al interior del cerebro a través de cables integrados para ayudar a regular la actividad cerebral, especialmente en las áreas que controlan las funciones motoras. En efecto, esto puede ayudar a los pacientes a mitigar los temblores y la rigidez asociados con el Parkinson y, en los últimos años, también ha cobrado fuerza como tratamiento para la depresión.
Carga tu implante cerebral con solo respirar
Pero los estimuladores cerebrales no son perfectos. Requieren cirugía para cambiar sus baterías cada 2 o 3 años, lo cual es costoso y físicamente agotador.

Entonces, investigadores de la Universidad de Connecticut trabajaron para desarrollar un estimulador cerebral que aprovecha la energía generada por los movimientos de respiración en el pecho de un paciente. Hace uso de la carga triboeléctrica, en la que se genera electricidad estática a través de la fricción. Es como cuando arrastras los pies por una alfombra y produce una descarga estática.
En esencia, los investigadores hicieron uso de este efecto aplicando un nanogenerador triboeléctrico cerca de la pared torácica. Inhalar y exhalar hace que la pared roce contra el generador, creando una corriente que carga un supercondensador, que a su vez alimenta el estimulador cerebral.
Hasta ahora, el nanogenerador se ha probado en el pecho simulado de un cerdo que utilizó un pulmón de cerdo real. Durante los experimentos, el nanogenerador fue impulsado con éxito por la inhalación y exhalación del pulmón de cerdo. Pero el estimulador cerebral en sí estaba conectado al cerebro de un ratón, no de un cerdo.
El siguiente paso, dice el equipo, es probar el sistema autosuficiente en animales grandes.