El departamento de educación de la ciudad prohibió el acceso al chatbot de IA en sus dispositivos y redes. Sin embargo, los estudiantes aún podrán usarlo en sus propios teléfonos y portátiles. Las escuelas en Nueva York bloquean el acceso a ChatGPT para evitar que los alumnos hagan trampas u obtengan información falsa.
El Departamento de Educación de la ciudad de Nueva York bloqueó el acceso a ChatGPT en sus redes y dispositivos. Lo hacen por temor a que la herramienta de inteligencia artificial perjudique la educación de los estudiantes.
ChatGPT fue lanzado en noviembre pasado por la empresa de inteligencia artificial OpenAI, con sede en San Francisco. Ha provocado un gran debate sobre los efectos potenciales del aprendizaje automático en todo, desde la educación hasta la desinformación y el mundo laboral.
Las escuelas en Nueva York bloquean el acceso a ChatGPT para evitar que los alumnos hagan trampas u obtengan información falsa
La cualidad más revolucionaria de ChatGPT es su interfaz de usuario de acceso abierto y su capacidad para responder preguntas en un lenguaje similar al de los humanos. La herramienta no solo es capaz de discutir una amplia gama de temas utilizando datos recopilados de Internet, sino que también puede escribir con diferentes estilos y géneros.

Sin embargo, ChatGPT también sufre fallos comunes a todos los sistemas de lenguaje de IA más recientes. Debido a que está entrenado con datos extraídos de Internet, a menudo repite y amplifica prejuicios como el sexismo y el racismo en sus respuestas. El sistema también es propenso a simplemente inventar información, desde fechas históricas hasta leyes científicas, y presentarla como un hecho exacto.
Es esta combinación de características (fluidez, accesibilidad y desinformación) lo que hace que la herramienta sea particularmente preocupante para los educadores. Muchos maestros han dicho que software como ChatGPT esencialmente hace que sea imposible evaluar la capacidad de los estudiantes para escribir en casa.
Otros, sin embargo, argumentan que el sistema educativo simplemente tendrá que adaptarse a la aparición de esta tecnología tal como se ha adaptado a tecnologías disruptivas anteriores como la Búsqueda de Google y Wikipedia. Los nuevos estándares de evaluación podrían centrarse más en los exámenes presenciales, por ejemplo.