¿Qué es el conocimiento tácito o implícito? Este término surge en no pocas ocasiones y, sin embargo, pocas veces se le da una definición adecuada o, sencillamente, se obvia su existencia. En esta entrada vamos a intentar dar una aproximación un poco más profunda para este término.
En resumidas cuentas y dicho rápido, el conocimiento tácito es un conocimiento que no se puede adquirir sólo con palabras. Pongamos por ejemplo el «andar en bicicleta». Esta habilidad es imposible de enseñar a través de descripciones, libros, palabras o clases teóricas. Con estas cosas puedes saber qué es lo que en teoría hay que hacer para andar en bici. Sin embargo, no es hasta que te montas y te caes algunas veces que aprendes a andar en bici, a saber cómo se comporta y cómo te tienes que mover para no caerte.
Sin duda habrá alguno que crea que si explicas mejor o si encuentras las palabras adecuadas, puedes enseñar a andar en bicicleta. Si por casualidad crees esto… bueno, te instamos a que pruebes esta teoría tu mismo. Busca un par de sujetos de pruebas que no sepan andar en bicicleta, dale unas cuantas clases y dale una bicicleta, verás lo que pasa. Obviamente puede ser que esos sujetos puedan ir en bicicleta a la primera sin mayores problemas, sin embargo, ¿estás seguro de que eso se debe a tus explicaciones?
¿Qué es el conocimiento tácito o implícito? ¿Cómo se enseña este tipo de conocimiento entonces?
Un conocimiento, normalmente y entendiendo el «conocimiento» como una serie de habilidades que se adquieren, es algo que uno mismo extrae del exterior (de la experiencia, de otra persona, de un libro….).
Siguiendo con el ejemplo de la bicicleta, los pasos que se suelen dar en el proceso de enseñar a alguien a andar en bicicleta son, primero, elegir una bicicleta adecuada. Necesitamos una bicicleta pequeña que permita que si el que está aprendiendo tiene algún problema, llegue pronto al suelo antes de caerse. El siguiente paso es, normalmente, decir que primero se impulsen con los pies sin dar pedal, empujar con ambos pies como si se tratase de un monopatín. Poco a poco el que está aprendiendo verá que a más velocidad, mayor estabilidad consigue en la bicicleta (inciso: lo verá él, tú puedes explicárselo pero hasta que no lo compruebe él mismo, o no te entenderá o no te creerá).
En uno de esos deslizamientos comenzarán a dar pedal para mantener esa velocidad y, por consiguiente, mantener la estabilidad y no caerse. Se acabó, ese niño (o quien sea) acaba de aprender a montar en bicicleta. Obviamente aún queda algo más de aprendizaje como por ejemplo iniciar la marcha sin empujarse con los pies. Sin embargo, estos posteriores conocimientos ya sí que se pueden enseñar.
La emulación y la acción
En este ejemplo podemos ver la poca instrucción verbal que ha habido. Lo más importante aquí ha sido la emulación y la acción, es decir, un enfoque en los sentimientos incorporados necesarios para andar en bicicleta con éxito.
La instrucción del conocimiento tácito ocurre a través de cosas como la imitación o la emulación. Aprendes copiando lo que hace el maestro, a ciegas, hasta que interiorizas los principios detrás de las acciones.
Alguno podría pensar que esto sólo funciona para cosas «físicas» como andar en bicicleta, pero ¿Qué pasa con cosas más «cerebrales»? El conocimiento tácito existe a nuestro alrededor. El investigador Samo Bruja explica el conocimiento tácito a modo de ejemplo. Lo llama «la capacidad de crear un gran arte o evaluar una startup». Se aplica a trabajos como carpintería, metalurgia, limpieza, cocina o baile entre otros.
El conocimiento tácito en el trabajo del conocimiento
En estos campos anteriormente mencionados, uno puede pensar que todo lo que se sabe, se sabe porque se ha estudiado o se conocen los fundamentos y después se aplican. Nada más lejos de la realidad.
Obviamente son necesarios esos conocimientos base (o avanzados) para trabajar en estos sectores, sin embargo, para la aplicación de un conocimiento tácito, lo que prima es la experiencia.
¿Nunca os ha ocurrido en cualquiera de vuestros trabajos que habéis tenido una duda sobre cómo hacer una cosa y alguien os lo ha resuelto… sin explicarlo? Me explico yo. En estos casos de los que hablo, lo que sucede es que nosotros le planteamos un problema a alguien que nosotros sabemos que tiene más experiencia que nosotros en ello. Esa persona resuelve el problema diciendo algo así como «tienes que hacer A, si cuando haces A, pasa B, entonces haz C. Si C tampoco funciona, entonces es que A realmente es D y debes hacer E…» y así hasta dar con la solución. O sencillamente nos dice «haz esto» y a la pregunta de por qué, se nos responde con un «ya verás, tu prueba«.
Cuando se les pregunta que de dónde salen esas soluciones, muchas veces lo que intentan es explicar los conocimientos que adquirieron en su día, pero que seguramente ya no estén tan asentados como entonces. Finalmente, suelen acabar con un «es que tenía la impresión/sensación de que iba a ser este el problema». Eso es conocimiento tácito: saben qué hay que hacer pero no por qué hay que hacer eso.
