La demanda de los modelos medios de Tesla ayudó a impulsar las ventas de este tipo de automóviles. Noruega alcanza un 80% de ventas de coches eléctricos.
El país ha sido líder mundial en el cambo a vehículos eléctricos y busca convertirse en el primero en poner fin a la venta de motores gasolina y diésel para 2025.
Los vehículos eléctricos de batería representaron el 77,5% de todos los coches nuevos en septiembre. Esto lo dijo la Federación Noruega de Carreteras. Esto se confronta al 61,5% de hace justo un año.
Noruega alcanza un 80% de ventas de coches eléctricos
El Tesla Model Y, un vehículo utilitario con tintes deportivos y compacto, fue el vehículo más vendido con el 19,8% del mercado de automóviles. A este lo siguió el sedán de la compañía, el Tesla Model 3. Por otra parte, el Enyaq de Skoda ocupaba un distante tercer lugar con un 4,4%.
Presentado por primera vez por Tesla en marzo de 2019, el Model Y sólo se puso a disposición de los clientes europeos recientemente. Al eximir a los vehículos totalmente eléctricos de impuestos a quienes dependen de combustibles fósiles, la Noruega productora de petróleo se ha convertido en un líder en poner fin al uso de motores de combustión. En 2020, los vehículos eléctricos vendieron más que todos los demás automóviles por primera vez.

Sin embargo, la política de cero impuestos de Noruega podría cambiar si el nuevo gobierno sigue adelante con sus planes de gravar los modelos más caros (porque sí, los vehículos eléctricos siguen siendo «un lujo»).
Un impuesto al lujo… eléctrico
Se espera que el nuevo gobierno introduzca el 25% de IVA en la fracción de precio de un coche nuevo que supere las 600.000 coronas (unos 59.500€). Si bien el Model Y de Tesla, que cuesta menos del umbral del impuesto, puede no verse afectado, los Model S y X de alta gama podrían enfrentarse a estos gravámenes.
Los laboristas dicen que el impuesto traerá dinero extra a las arcas del estado y está motivado por un sentido de justicia.
La exención de impuestos para la compra de vehículos eléctricos fue pensada como una forma de introducir esta nueva tecnología e incentivarla. Un impuesto a los vehículos eléctricos de lujo sería inoportuno. «Ralentizaría la electrificación de Noruega«, dijo Christina Bu, quien dirige la Asociación Noruega de vehículos eléctricos.