Los inversores y los consumidores exigen cada vez más que las empresas se comporten de manera más ética y retribuyan a sus comunidades. Entonces, ¿qué empresas están prosperando porque han encontrado un propósito superior? Mantenerse fiel a tus objetivos es el secreto de las startup de éxito.

Según Jim Barksdale, ex director ejecutivo de Netscape, “Decir que el propósito de una empresa es ganar dinero es como decir que el propósito de estar vivo es respirar”.

Es un sentimiento que ganó una tracción significativa a nivel mundial, impulsado por la disminución de la confianza en las corporaciones y la ampliación de las brechas salariales. También por la presión para reducir las emisiones y el aumento imparable del poder de las personas a través de las redes sociales.

En el centro está la pregunta existencial de por qué exactamente opera un negocio. Articular qué, dónde y cómo es mucho más fácil. Pero las empresas están cambiando cada vez más su enfoque del éxito de la línea de fondo al establecimiento de un propósito singular claramente definido que se convierte en una estrella polar que siguen religiosamente.

Una investigación de Deloitte ha demostrado que las empresas impulsadas por un propósito crecen tres veces más rápido que sus competidores. También cuentan con una mayor satisfacción de los empleados y los clientes. 

PwC se hace eco de la advertencia, argumentando que todavía existe una ‘brecha entre decir y hacer’ donde las buenas intenciones no están respaldadas por acciones. 

Mantenerse fiel a tus objetivos es el secreto de las startup de éxito

airbnb

Cuando una empresa multinacional elimina su departamento de recursos humanos, puede ser seguro asumir que está dirigida por un fundador tiránico. Este parece creer que la diversidad significa una amplia selección de whisky de malta en el antiguo mueble bar de su oficina.

Pero ciertamente ese no fue el caso cuando Airbnb hizo exactamente eso en 2015. Lo reemplazó con un Grupo de experiencia de empleados (EEG). Para el director de EEG, Mark Levy, fue un cambio importante, ya que el objetivo principal de la empresa siempre había sido crear un sentido global de comunidad.

“Definimos la misión de crear un mundo donde cualquiera pueda pertenecer a cualquier lugar, y fue por eso que las personas se unieron y cómo abordaron su trabajo”.

Lección: el siempre decidido Richard Branson siempre ha priorizado al personal sobre los clientes. Dado el modelo comercial de Airbnb, los anfitriones felices son un requisito previo para los vacacionistas felices.

IKEA

El gigante sueco de muebles para el hogar existe para ‘crear una mejor vida cotidiana para muchas personas’ mediante la fabricación de productos funcionales que ‘muchos’ pueden pagar.

Pero su propósito va mucho más allá de las camas baratas y las albóndigas. Tienen un compromiso comprobado con el bienestar del personal que claramente está dando sus frutos. En el sitio web Comparably.com, los empleados califican de forma anónima a sus empleadores. El 100% de los trabajadores de IKEA dicen que están orgullosos y motivados por su valores.

Ese orgullo se debe en parte a sus famosas prácticas de sostenibilidad y al compromiso de que para 2030 será una «empresa circular» con todos sus 9500 productos que podrán reutilizarse, repararse y reciclarse.

Lección: para sus clientes, IKEA es más que una tienda. Es parte de la comunidad e inspira tal lealtad y defensa de culto que ni siquiera la perspectiva de pasar un domingo por la mañana blandiendo una llave Allen siguiendo instrucciones minimalistas desanima a la gente.

Tesla

Elon Musk no se propuso convertirse en el hombre más rico del mundo. Se propuso cambiar el mundo acelerando la transición hacia la energía sostenible. Casi se arruina en el proceso cuando Tesla estuvo a un mes de la bancarrota durante gran parte de 2017 y 2018.

Sin ayuda de nadie, reescribió el libro de jugadas automotrices al adherirse rígidamente a sus principios de vehículos eléctricos de alta calidad. Lo hizo a través de una inmensa inversión en el desarrollo de nuevas tecnologías, incluidos los automóviles sin conductor que, según Musk, «salvarán millones de vidas».

Lección: tanto Tesla como SpaceX están prosperando porque detectaron mercados que aún no existían y los conquistaron con una extraordinaria determinación de ser los primeros y los mejores.

LEGO

Durante casi 50 años, las gasolineras de Shell en 26 países vendieron juegos de LEGO para que los niños pudieran construir sus propios camiones de gasolina y surtidores de agua con la marca Shell.

En 2014, la sociedad valía más de 68 millones de dólares para el fabricante de juguetes, pero había un problema. Recientemente había establecido su puesto como una corporación responsable, comprometida con la sostenibilidad, algo por lo que Shell no era precisamente conocida.

El acuerdo se abandonó debidamente cuando LEGO reformuló su propósito como «inspirar a los constructores del mañana». Fue una política de volver a los ladrillos básicos que descartaba cualquier producto que se desviara demasiado de su atractivo principal. Sus inversores no deberían haber estado demasiado preocupados por perder el dólar Shell, ya que al año siguiente, Brand Finance la nombró la marca más poderosa del mundo.

Lección: ningún flujo de ingresos vale la pena si empaña la marca.