En la era de lo digital, la computación en la nube está facilitando la transformación. ¿Quiénes son los facilitadores en la transformación digital?
Como resultado de la nube, ahora existen posibilidades prácticamente ilimitadas para que las organizaciones adopten lo digital con un riesgo mínimo. También un aumento de oportunidades que inevitablemente está vinculado a un aumento masivo de la demanda de trabajos tecnológicos. Pero, ¿se puede atribuir el cambio digital por completo a la computación en la nube, o hay algo más?
El almacenamiento en la nube ha existido desde la década de 1960, pero durante la última década ha comenzado a afianzarse en todos los elementos de nuestras vidas. El uso de software accesible a través de la Web en lugar de un escritorio abre una gran cantidad de oportunidades. Por supuesto, la computación en la nube se desarrolló inicialmente como una oportunidad para que las empresas crecieran, pero hoy en día nuestros hijos son nativos de la nube. Incluso las personas sin conocimientos técnicos son usuarios de la computación en la nube. Esto ocurre ya sea para recursos escolares, entrenamientos en línea, banca o tecnología doméstica. Desde el punto de vista corporativo, el movimiento global hacia la computación en la nube ha sentado las bases de algunos de los avances tecnológicos más innovadores y transformadores, incluida la inteligencia artificial (IA) y el Internet de las cosas (IoT).
¿Quiénes son los facilitadores en la transformación digital?
Otra contribución significativa de la computación en la nube es el aumento del trabajo híbrido y remoto. Si bien a primera vista el trabajo desde casa puede no parecer tan influyente como la IA, sus implicaciones son enormes. El talento tecnológico ya no se limita a trabajar en un área, estado o incluso país en particular; las fronteras casi se eliminan a medida que los equipos globales trabajan juntos para brindar un servicio las 24 horas, los 7 días de la semana desde su oficina en casa.
Permitir que las organizaciones hagan un cambio digital
Hace tan solo una década, para que las empresas se desarrollaran a nivel digital, tendrían que comprar o desarrollar infraestructuras adecuadas para admitir aplicaciones complejas. Una vez en su lugar, el desarrollo y mantenimiento de las capacidades digitales habría requerido una mano de obra de personal técnico calificado. Sin este, los elementos digitales rápidamente se quedarían atrás del rápido desarrollo de la industria. Hoy en día, aquellos que deseen invertir en digital solo necesitan encontrar el proveedor de servicios en la nube adecuado que opere y mantenga los servicios en sus propios servidores especialmente diseñados. Esto ha hecho que el salto a lo digital sea instantáneamente más barato, más fácil de mantener y de menor riesgo que nunca.
Agrega el hecho de que la computación en la nube hace que las operaciones sean sostenibles, escalables, rentables y accesibles. No es de extrañar que la digitalización se haya convertido en la mejor opción para las organizaciones más ambiciosas. Gracias a la computación en la nube, la transformación digital ha pasado de ser un riesgo audaz a algo que la mayoría de las organizaciones que avanzan no pueden darse el lujo de no hacer.
El verdadero motor de lo digital
El auge de la nube y su impacto en la transformación digital demuestra un ciclo virtual. La simplicidad de la computación en la nube la hace más accesible, lo que significa que más personas experimentan los beneficios, lo que hace que tenga una mayor demanda... mientras que la computación en la nube es un facilitador clave para la transformación digital, no es la fuerza motriz.
Los verdaderos impulsores de la transformación digital tienen que ver con la experiencia y la comodidad . Los consumidores de hoy exigen interacciones omnicanal con empresas de todos los tamaños. Esperan interactuar sin problemas entre plataformas y dispositivos y acceder a la información que necesitan, cuando la necesitan, con solo presionar un botón. Todo esto debe hacerse, por supuesto, manteniendo la privacidad del cliente y almacenando sus datos de forma segura.
Otra fuerza impulsora detrás de lo digital es la productividad de los empleados. Antes de la computación en la nube, los sistemas utilizados por los empleados dentro y fuera del sitio eran, en el mejor de los casos, torpes. A menudo, no cumplían con las demandas cambiantes de la empresa. Los días en que un servidor fallido detuvo la productividad durante horas o incluso días son un recuerdo lejano con la computación en la nube. Al utilizar software basado en servidores fuera del sitio, las organizaciones de todos los tamaños se benefician de una mayor agilidad mientras mejoran el tiempo de actividad de los empleados y, por lo tanto, el rendimiento, sin los costos de implementar la infraestructura directamente. Además, la computación en la nube le brinda la máxima agilidad, lo que nos permite agregar o modificar sus servicios sin tiempo de inactividad.
